jueves, 22 de mayo de 2014

Pájaro por concha, una estrofa por otra...

Resulta gracioso, por decir lo menos, que una de las primeras peleas que el economista le haga al alcalde Rodas sea acerca del como debemos cantar los quiteños nuestro himno.

En realidad no me toma por sorpresa el asunto, esas peleas se entablan fácilmente con los revolucionarios, sino recordemos como en la Asamblea Constituyente de Montecristi, se dieron discusiones tan bizantinas que iban desde el placer sexual de la mujer como derecho humano, hasta si debía cambiarse el escudo de armas y eliminar el cóndor para poner la concha.

No veo por donde debería enfrascarse la discusión en cuanto a nuestros símbolos patrios, mas bien quienes nos gobiernan, simplemente deberían darse cuenta que todos ellos, absolutamente todos, son servidores de la patria y resultan totalmente dispensables; la revolución terminará y quizás muchos de ellos recibirán los multiproductos, el beso de la modelo y se retirarán a sus casas, mientras otros muy probablemente se acomodarán en las nuevas administraciones. Sea lo uno o sea lo otro, las personas pasan pero las instituciones y los símbolos quedan porque rebasan a las personas y eso se debe entender.

La discusión sobre los símbolos patrios va mucho más allá de los complejos que se puedan tener en materia de análisis histórico; si la Asambleísta Constituyente Tania Hemida, por ejemplo, consideraba que más simbólica para nuestra nacionalidad es la concha que el pájaro, y quiere cambiar concha por pájaro, pues felicidades! Eso no le hace dueña de la verdad ni interprete de la historia, simplemente debería recordar que lo que nos ha venido integrando como nación es justamente aquel símbolo de altivez, imponencia y libertad que se llama cóndor, tanto es así que cuando uno es asesinado como el caso del cóndor “Felipe”, resulta titular de primera plana en todos los periódicos del país y nos duele a todos.

Si la concejal Luisa Maldonado dice sentirse más india que mestiza y que por esa razón no hay que cantarle a España en nuestro Himno, felicidades también! Pero su sentimiento personalísimo tampoco le hace dueña de la verdad; Quito es un pueblo mestizo, con padre y madre, debemos sentirnos orgullosos de quienes construyeron la nacionalidad ecuatoriana, es decir nuestros padres aborígenes y nuestra madre patria, lo contrario; es decir, negar ese mestizaje, implicaría negar a nuestra madre y yo por lo menos no estoy dispuesto a negar a la mía y creo que ninguno de ustedes tampoco.


Ahora ya es discusión en los medios si se canta una estrofa u otra del himno a Quito, si la segunda o la cuarta, hoy escuché a una concejal que decía: “que cada uno cante como se sienta mejor”, chanfle! ¿que cada uno cante como se sienta mejor? no seas malita...! En derecho las cosas se deshacen como se hacen, si doña Luisa Maldonado, en la época del Maestro Augustito impulsó la Ordenanza 493 en la que se hace que todos los demás cantemos el Himno como ella quiere, lo lógico y lo jurídico es plantear otra ordenanza que derogue la anterior y volvamos al estado tradicional de las cosas, simple! No peleen por pendejadas!

Pero para meterle la mano a los símbolos patrios deberán entender que este tema siempre ha sido complejo porque estos (lo símbolos) son la materialización de la identidad de un pueblo, tanto es así, que la misma España no tiene letra en su Himno Nacional, no porque no haya quien pueda escribir algo bueno y cantable sino más bien porque hasta ahora nadie se ha creído dueño del espíritu de la nación y se ha lanzado a proponer una letra para el himno. En Quito y en el Ecuador en cambio, tu cualquier dignatario se abandera del sentimiento de todo un pueblo e impone sus complejos sobre la tradición y la historia de todos, así, sin más ni más.

Los símbolos patrios son la manifestación palpable de nuestros dogmas fundacionales, los ecuatorianos venimos de la libertad, venimos de la rebeldía, venimos de lo aborígen y de lo hispánico, venimos del español y del quichua, venimos de los reyes y caciques indígenas y de los delincuentes que nos mandó España en alguna de sus expediciones, venimos de Pacha e Isabel, venimos de Colón, Píntag, Atahualpa y Huascar, venimos del ayllu y la familia, del cañón y la lanza, de la gratitud y del abuso, del jerez y la chicha, del caballo y la alpaca, de la esclavitud y la libertad, eso somos, ese es nuestro pasado, esas son nuestras raíces y debemos respetarlas, enarbolarlas y sentirlas como nuestras, siempre!

¡oh ciudad española en el ande!
¡Oh ciudad que el incario soñó!
Porque te hizo Atahualpa eres grande,
y también porque España te amó...

Así nos suena a todos, así lo aprendimos, así cantamos los quiteños y ni el mashi Rafael ni el maestro Augustito ni sus mashiku kuna nos van a decir como lo tenemos que cantar.

Nos vemos el miércoles...


3 comentarios:

  1. "...de la gratitud y del abuso, del jerez y la chicha, del caballo y la alpaca, de la esclavitud y la libertad, eso somos"....!!!!

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  2. Disculpen cual es la concha o donde esta?

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