Resulta gracioso, por decir lo menos,
que una de las primeras peleas que el economista le haga al alcalde
Rodas sea acerca del como debemos cantar los quiteños nuestro himno.
En realidad no me toma por sorpresa el
asunto, esas peleas se entablan fácilmente con los revolucionarios,
sino recordemos como en la Asamblea Constituyente de Montecristi, se
dieron discusiones tan bizantinas que iban desde el placer sexual de
la mujer como derecho humano, hasta si debía cambiarse el escudo de
armas y eliminar el cóndor para poner la concha.
No veo por donde debería enfrascarse
la discusión en cuanto a nuestros símbolos patrios, mas bien
quienes nos gobiernan, simplemente deberían darse cuenta que todos
ellos, absolutamente todos, son servidores de la patria y resultan
totalmente dispensables; la revolución terminará y quizás muchos
de ellos recibirán los multiproductos, el beso de la modelo y se
retirarán a sus casas, mientras otros muy probablemente se
acomodarán en las nuevas administraciones. Sea lo uno o sea lo otro,
las personas pasan pero las instituciones y los símbolos quedan
porque rebasan a las personas y eso se debe entender.
La discusión sobre los símbolos
patrios va mucho más allá de los complejos que se puedan tener en
materia de análisis histórico; si la Asambleísta Constituyente
Tania Hemida, por ejemplo, consideraba que más simbólica para
nuestra nacionalidad es la concha que el pájaro, y quiere cambiar
concha por pájaro, pues felicidades! Eso no le hace dueña de la
verdad ni interprete de la historia, simplemente debería recordar
que lo que nos ha venido integrando como nación es justamente aquel
símbolo de altivez, imponencia y libertad que se llama cóndor,
tanto es así que cuando uno es asesinado como el caso del cóndor
“Felipe”, resulta titular de primera plana en todos los
periódicos del país y nos duele a todos.
Si la concejal Luisa Maldonado dice
sentirse más india que mestiza y que por esa razón no hay que
cantarle a España en nuestro Himno, felicidades también! Pero su
sentimiento personalísimo tampoco le hace dueña de la verdad; Quito
es un pueblo mestizo, con padre y madre, debemos sentirnos orgullosos
de quienes construyeron la nacionalidad ecuatoriana, es decir
nuestros padres aborígenes y nuestra madre patria, lo contrario; es
decir, negar ese mestizaje, implicaría negar a nuestra madre y yo
por lo menos no estoy dispuesto a negar a la mía y creo que ninguno
de ustedes tampoco.
Ahora ya es discusión en los medios si
se canta una estrofa u otra del himno a Quito, si la segunda o la
cuarta, hoy escuché a una concejal que decía: “que cada uno cante
como se sienta mejor”, chanfle! ¿que cada uno cante como se sienta
mejor? no seas malita...! En derecho las cosas se deshacen como se
hacen, si doña Luisa Maldonado, en la época del Maestro Augustito
impulsó la Ordenanza 493 en la que se hace que todos los demás
cantemos el Himno como ella quiere, lo lógico y lo jurídico es
plantear otra ordenanza que derogue la anterior y volvamos al estado
tradicional de las cosas, simple! No peleen por pendejadas!
Pero para meterle la mano a los
símbolos patrios deberán entender que este tema siempre ha sido
complejo porque estos (lo símbolos) son la materialización de la
identidad de un pueblo, tanto es así, que la misma España no tiene
letra en su Himno Nacional, no porque no haya quien pueda escribir
algo bueno y cantable sino más bien porque hasta ahora nadie se ha
creído dueño del espíritu de la nación y se ha lanzado a proponer
una letra para el himno. En Quito y en el Ecuador en cambio, tu
cualquier dignatario se abandera del sentimiento de todo un pueblo e
impone sus complejos sobre la tradición y la historia de todos, así,
sin más ni más.
Los símbolos patrios son la
manifestación palpable de nuestros dogmas fundacionales, los
ecuatorianos venimos de la libertad, venimos de la rebeldía, venimos
de lo aborígen y de lo hispánico, venimos del español y del
quichua, venimos de los reyes y caciques indígenas y de los
delincuentes que nos mandó España en alguna de sus expediciones,
venimos de Pacha e Isabel, venimos de Colón, Píntag, Atahualpa y
Huascar, venimos del ayllu y la familia, del cañón y la lanza, de
la gratitud y del abuso, del jerez y la chicha, del caballo y la
alpaca, de la esclavitud y la libertad, eso somos, ese es nuestro
pasado, esas son nuestras raíces y debemos respetarlas, enarbolarlas
y sentirlas como nuestras, siempre!
¡oh ciudad española en el ande!
¡Oh ciudad que el incario soñó!
Porque te hizo Atahualpa eres grande,
y también porque España te amó...
Así nos suena a todos, así lo
aprendimos, así cantamos los quiteños y ni el mashi Rafael ni el
maestro Augustito ni sus mashiku kuna nos van a decir como lo tenemos
que cantar.
Nos vemos el miércoles...
Brillante, muy bien dicho!!!
ResponderBorrar"...de la gratitud y del abuso, del jerez y la chicha, del caballo y la alpaca, de la esclavitud y la libertad, eso somos"....!!!!
ResponderBorrarDisculpen cual es la concha o donde esta?
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