lunes, 20 de abril de 2015

Carta abierta a Gonzalo Rosero







 
Estimado Gonzalo:

Le saluda Andrés Castillo Maldonado, ecuatoriano, mayor de edad, abogado y asesor político; portador de la cédula de ciudadanía No. 1713065751, padre de una niña de 2 años y seguidor de su programa Radio Revista Democracia.

Esta es la primera oportunidad que tengo de escribirle directamente, a pesar de que son varios años que sigo su programa y siempre lo he identificado como un referente de objetividad, respeto y buenas maneras, por lo que auguro que estas pocas letras sean consideradas por usted en su justa medida y dimensión.

El día 16 de abril de 2015, cumpliendo las normas de la Ley de Comunicación, usted tuvo el acierto de permitir el derecho a la réplica a la Asambleísta de gobierno y primera vicepresidenta de la Asamblea, Rossana Alvarado, quien a decir de ella, iba con el afán de replicar varios aspectos en cuanto al fondo y a la forma de las aseveraciones que se había tenido en una entrevista del día 15 en su mismo espacio informativo.

Créame que de Alvarado me esperaba lo peor, desde el momento en que usted la anunció imaginé que en breve iba a presenciar una pelea de mercado, visualicé por un momento que Rafael se personificaría en la señora vicepresidenta e iba a iniciar con una andanada de groserías, epítetos y calumnias como son muy propias del correísmo y sus acólitos.

Sin embargo me sorprendí, inició la entrevista y claro, sin perder el tono prepotente, vi una señora Alvarado lloriqueando porque usted se había atrevido a decir que los Asambleístas del gobierno son “borregos que les pagan con buena alfalfa” y le increpó a que le explique a quienes se refiere con tan “grotesca expresión”. Sinceramente le note nervioso querido Gonzalo, le sentí hasta con cierta vergüenza al ser acorralado de esa manera, le percibí con un poco de temor propio de un hombre de bien, y después de unas cuantas explicaciones divagantes usted terminó pidiendo disculpas públicas.

¿Porqué las disculpas Gonzalo, por qué? Sigo creyendo que las dio porque es usted un hombre decente, correcto, libre y de buenas costumbres; pero acaso no es buena la analogía? no es preciso lo que usted mencionó? no son los asambleístas de país un grupo de ciudadanos que han perdido la capacidad de pensar y dar su criterio? No son una organización política a la que le manejan al susto conforme el mandato del pastor supremo? Creo que lo que usted mencionó tiene una dosis de verdad y las verdades no se disculpan, las verdades se sostienen; es más, como dice nuestro pueblo: “las verdades duelen”.

Más allá de eso, ¿tenía usted que disculparse con una ciudadana de la calidad moral de Alvarado? ¿Tenía usted que disculparse de alguien que no tuvo inconveniente alguno en referirse despectivamente a los niños de Abdalá Bucaram y Gabriela Pazmiño diciendo: “¿Qué nos hacemos nosotros con los hijos del PRE?” ¿era necesario disculparse de alguien que ni siquiera guarda las formas y no esperaba ni que se enfríe bien el cadáver de Chespirito para salir con una idiotez como la que salió diciendo en Twitter? ¿Es justo disculparse con una ciudadana que comparte cama con un ex radiodifusor que tildaba al aire de hijo de puta al ex Presidente Gutierrez durante las jornadas de abril de 2005 y que jamás se disculpó, y que hace pocos día titubeante decía que “son cosas del momento?”, por favor! No era necesario, nadie se lo pidió, no era justo, no debía hacerlo; sin embargo lo hizo, y le felicito por su nobleza de espíritu.

Gonzalo: usted es de los últimos referentes del periodismo frontal, objetivo, oportuno y decente, siga adelante sin miedo! No se amilane ante los embates del poder; mientras muchos de ellos serán sepultados en el olvido de la historia, usted será recordado por los ecuatorianos por lo que es: un ciudadano más, uno más de nosotros, uno más de aquellos que se ganan el pan todos los días sin hacer daño a nadie, sin pisotear a nadie, sin violentar los derechos de nadie; pero sobre todo, será recordado como un hombre bueno que les da voz a los que no tienen voz.

Adelante Gonzalo, adelante siempre!



Andrés Castillo Maldonado.