jueves, 29 de enero de 2015

#TodossomosSharon, #JesuisCharlie, #YosoyCrudo y también, #soyputayque!


Era el año 2005, marzo o abril, no tengo exacta la fecha, cuando el Coronel Ingeniero que presidía en aquel entonces la República se refirió a un grupo de ciudadanos que fueron a protestar fuera de su casa en contra de las lindas medidas que estaba tomando desde la presidencia como “CUATRO FORAJIDOS”… fue el inicio del fin, ese día selló su caída del poder, sin un Facebook tan fuerte como ahora, un twitter inexistente y con un rangalido HI5, tomó fuerza la idea de decir: “yo también soy forajido”, y fue una frase aglutinante para que los ciudadanos ecuatorianos dejemos la comodidad de la casa y el anonimato de la compu, para salir a la calle a demostrarle al régimen que quienes estábamos en contra de aquel gobierno no eramos “cuatro forajidos” sino cientos de miles de ecuatorianos, al punto de que hoy la historia reconoce a la caída del Coronel como la rebelión de los forajidos, e inclusive el economista que hoy nos gobierna osó declararse como “el forajido número uno”.  

Casi 10 años han pasado de aquello. La tecnología ha avanzado, las redes sociales son, en mi criterio, la primera fuente de información, la más incluyente e influyente, un espacio donde todas somos cronistas, reporteros, opinólogos y expertos en casi todos los temas; nos enteramos en segundos los bombazos en Siria, los acuerdos en Cuba y los desaciertos del economista; nos reímos de los memes, vemos videos, nos abrazamos entre amigos y nos puteamos entre contrarios.

Ciertamente que todo eso nos ha hecho la vida más fácil, más feliz y nos informamos mejor del mundo que nos ha tocado vivir, pero lamentablemente, también nos ha hecho más cómodos, más indolentes y más noveleros; creemos que por poner un “post”, redactar un “twitt”, “bloggear” o colarnos en un “hashtag” de los más variados temas ya solucionamos todos los grandes problemas nacionales y cambiamos el mundo.

Que si muere la Sharon: #todossomosSharon; sí, y? Que si les matan a unos caricaturistas en Francia: #jesuischarlie; simón, simón, y? Que el economista se emperra con el “Crudo Ecuador”; #soycrudo; buenazo, buenazo, y? Que quiero llamar la atención hecho el moderno, liberal y demostrar que no le pego a mi mujer y que estoy en contra del femicidio y, que como dueñas de su cuerpo, se saquen nomas los guaguas que conciben #yosoyputayque; y así según la calentura de las sábanas.

Pero mis queridos amigos, el mundo no se cambia desde el twitter, los grandes problemas mundiales no se atacan después de la hora de trabajo sentados en la compu frente al Facebook uniéndonos a cuanta novelería sale; si queremos ser “Sharon” pues organicémonos de manera real para darle mayor calidad a la justicia y que no sentencie el Ministro del Interior desde su cuenta de Twitter y se sentencie como debe ser, después de un proceso judicial independiente y garantizando el debido proceso. Que si queremos ser Charlie, no aplaudamos al día siguiente que se le persiga a Bonil, Emilio, Carlos o Jorge, porque le es incómodo al régimen. Que si queremos ser “Crudos”, no solamente nos declaremos “Crudos” sino que hagamos desde la vida real y no desde lo virtual una verdadera campaña de respeto al pensamiento del otro, participemos en foros, trabajemos con los jóvenes, hagamos opinión y tomemos medidas reales para enfrentar el atropello. Si queremos ser “putas”, primero establezcamos la estrategia para esa putería; si queremos ser “putas” para evitar el femicidio, hagamos primero un estudio de lo que queremos comunicar y no busquemos solamente el “pegar en los medios”, busquemos mecanismos para transmitir lo que queremos decir y de esa manera no se distorsionará el mensaje; hasta ahora se han declarado “putas” las pro aborto, las liberales, las que luchan contra el femicidio, las que no quieren que les “punteen” en el metro y unas que marchan por no se qué pero también se autodenominan “putas”, dejando en segundo plano su lucha y haciendo que el debate se concentre en cuanto nos arde la palabra o no y olvidándonos como sociedad que el fondo de lo que pretenden plantear va más allá de la palabra insigne de sus luchas.

En conclusión, traslademos la lucha a las calles, debatamos en nuestras casas, en la academia, en la asamblea, en nuestro trabajo;  no nos quedemos en las redes sociales, no nos dejemos llevar por la novelería; por muy altruistas que sean las campañas si se quedan en un “hashtag” no hemos ganado nada y si ese actuar se limita solamente en aventarnos un balde de agua helada encima mientras nos filmamos, poco de condumio le estamos poniendo a la vida real, hagamos de nuestras luchas una causa y no un post, de nuestras ideas un canal movilizador y no solamente un twitt, de esa manera tendremos un mundo más real y no solo de pajaritos azules.

#digonomas


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