Señoras
y señores:
Las tradiciones, los padres fundadores, las costumbres y los dogmas fundacionales; son los pilares fundamentales de la historia de los pueblos y las instituciones, no están sujetas a negociación alguna; no se los puede abandonar, no se los puede prescindir y mucho menos se los puede olvidar ni si quiera a título de cumplimiento de normas jurídicas ni de iniciativas inconsistentes de autoridades públicas o privadas que accidental y temporalmente nos dirigen.
La
iniciativa tradición lasallana nació como una respuesta al
advenimiento de la modernidad, de aquella modernidad que va haciendo
que con el paso del tiempo vayamos olvidando los cuatro pilares
fundamentales de esta institución que tanto ha dado para ella y que
tanto ha dado para la patria. Somos un grupo de ex alumnos de más de
treinta años de generaciones de lasallanos que nos hemos juntado en
este proyecto porque no estamos dispuestos, bajo ningún concepto, a
permitir que esa mal entendida modernidad banalice nuestra historia y
la someta a un sistema en donde el ser humano se va convirtiendo en
esclavo de si mismo.
Nuestros
Padres fundadores nos inspiran: San Juan Bautista de La Salle y el
Santo Hermano Miguel dan a esta reunión ese toque místico que nos
mantiene firmes en la idea de que el servicio a los demás y la
formación integral de niños y jóvenes, sin duda alguna,
contribuyen de manera positiva para el engrandecimiento de nuestra
tierra. No los olvidemos, recordemos permanentemente a aquellos
ciudadanos del mundo y servidores de Cristo que tanto hicieron por el
instituto Lasallista, el uno dando desde su nombre para este gran
proyecto mundial y el otro incrementando la obra en nuestro país el
Ecuador. Recordemos a ellos y tantos otros hermanos cristianos que
contribuyeron sacrificando su vida personal por formar individuos de
bien y cercanos a los valores éticos, morales y cristianos. Entre
esos señores de La Salle quizás quién más y mejor supo
inyectarnos los valores que hasta ahora nos acompañan fue el hermano
Francisco Andrade Ortíz, el más grande rector de esta institución
y quién con visión y dinamismo construyó lo que ustedes ven en
obra física y sobre todo sentó los cimientos espirituales que
caracterizan a este colegio. En noviembre de 2012 cuando acompañamos
al féretro de Pacho, pedimos a los hermanos que se piense en la
posibilidad de que este campus de Conocoto lleve el nombre del
Hermano Francisco Andrade Ortíz y hoy, nuevamente estimado hermano
Director, pedimos que se bautice a este campus con el nombre de Pacho
en reconocimiento a lo que hizo, a lo que fue y a lo que nos dejó.
Las
costumbres de los lasallanos han sostenido durante 95 años a esta
institución, somos alegres, divertidos, querendones de esta casa,
pero fundamentalmente Disciplinados. Ya lo decía Luis Calero
Moscoso, “La Disciplina es la base de la formación de una persona”
y ciertamente que ese principio básico ha hecho reencontrarnos con
facilidad entre tantos y tantos lasallanos, muchos de nosotros que ni
siquiera nos conocíamos, pero que juntos comulgando con el legado de
disciplina y respeto al otro que aprendimos aquí pudimos llevar
adelante el proyecto de la banda de guerra de ex alumnos de La Salle
que hoy tenemos el gusto de presentarles.
Los
lasallanos somos gratos también, entendemos con facilidad el vocablo
gratitud, lo hacemos nuestro, nos acompaña siempre, porque como lo
decía Olmedo en su alfabeto para el niño, el hombre ingrato es un
monstruo que da horror. Por esta razón, en ejercicio de un profundo
sentimiento de gratitud hemos querido homenajear a nuestros maestros,
a ese grupo de hombres y mujeres que hoy están aquí y que con un
pequeño detalle les saludamos y retribuimos todo lo que hicieron por
nosotros. Gracias estimados maestros por abrir nuestras mentes y
tocar nuestros corazones; sus discípulos les saludamos reverentes y
nos da muchísimo gusto poderles volver a ver, estrechar su mano y
darles un abrazo.
La
mejor publicidad del Colegio La Salle siempre fueron sus maestros,
quienes nos educaron no solamente en el manejo de la ciencia y de la
técnica sino principalmente en valores que nos han permitido ser lo
que modestamente hoy somos. Y digo, hermano Richard, que la mejor
publicidad son los maestros y las ejecutorias de los alumnos porque
un colegio del prestigio y tradición como este no puede darse el
lujo de motivar a la gente para que ingresen a este centro educativo
a través de una cuña televisiva o un recorte de periódico; a este
colegio lo ha hecho grande su gente; motívennos a nosotros para
inscribirles aquí a nuestros hijos así como supieron motivar a
nuestros padres para matricularnos a nosotros en esta institución
hace ya muchos años. Invirtamos en los grupos élite como la banda
estudiantil, cheereladers y bastoneras, invirtamos en infraestructura
para como en el pasado tener campeones de básquet, futbol y los más
variados deportes, motivemos a nuestros chicos a interesarse en la
física, en la química, en la oratoria en el arte y hasta en la
política, de esa manera, le garantizo, le daremos larga vida a esta
maravillosa institución. Olvidemos aquella idea equivocada de que al
colegio se viene solamente a estudiar. Al colegio se viene a vivir, a
compartir, a hacer amistades, a participar de actividades
extracurriculares y una vez que tengamos claro aquello, paralelamente
fortalezcamos lo académico que definitivamente es una parte
importante de la formación de la gente.
Hace
más de 20 años que no aplico un trinomio cuadrado perfecto, hace
más de 20 años que no aplico una sal química, pero desde hace más
de 20 años recuerdo y cuento a mi gente lo maravilloso que fue
representar a mi colegio en los grupos especiales, en la oratoria o
en el deporte, seguramente a la gran mayoría de mis compañeros les
sucede lo mismo.
Queridos
padres de familia, el crecimiento académico no está apartado de
vivir la época del colegio, en este grupo que hoy presentamos hay
una serie de grandes deportistas, artistas, músicos y pensadores que
en la época del colegio concatenaban sus clases en las aulas con
otras actividades, por citar un ejemplo tenemos en nuestras filas la
primera abanderada mujer del colegio La Salle, me refiero a María
Victoria Egas Yanez mujer inteligente y estudiosa que también fue el
pilar fundamental para que las mujeres puedan ingresar en la banda de
guerra. Tenemos también con nosotros a Dennys Fernanda Tapia, la
primera mujer matriculada en el Colegio La Salle y quien lleva el
verde y blanco en el corazón y lo hace flamear en todas sus
actividades tanto en lo público como en lo privado.
Los
Lasallanos somos unidos, este grupo en los seis meses de trabajo
mancomunado ha tenido que entender con fe los misterios de la vida
hemos recibido con alegría a Felipe, el hijo de nuestra compañera
Verónica Soria quien llegó al mundo hace escasamente un mes pero
también tuvimos que despedir a Cristina, la esposa de nuestro
compañero Daniel Pesántez quien hace apenas tres semanas
lamentablemente volvió al padre. Dos acontecimientos propios de la
vida pero que definitivamente permitieron mantenernos juntos,
arropados y permanentemente preocupados de lo que sucede en la vida
del otro.
Así
podría contarles varias historias pero lo que verdaderamente importa
es el mensaje que estas nos dejan, a pesar de que tenemos hijos por
quienes responder, esposos y esposas que nos esperan en nuestras
casas y actividades laborales que nos rebasan, estuvimos aquí
construyendo esta tradición que hoy nace y se prolongará en el
tiempo con la ayuda de todos pero fundamentalmente con disciplina,
honor y trabajo diario.
Aprovecho
esta oportunidad para invitar a nuestros hermanos menores para que se
inscriban en este grupo cuando salgan del colegio en donde serán
recibidos con los brazos abiertos.
La
llegada de la modernidad ha hecho que tener amigos de Facebook sea
más importante que tener amigos de calle; nos ha hecho pensar que
más válido es el chat por whatsapp que una conversación franca y
sincera, que la foto en el Instagram sea más importante que adar la
mano a la gente. Yo no quiero para mi colegio este destino. Volvamos
a darle importancia a la gente, al contacto personal, a esforzarnos
por nuestra institución y a dedicarle tiempo a lo realmente
importante.
Esta
iniciativa, la de los ex alumnos, no pretende menoscabar los
esfuerzos de nadie, no pretende criticar el trabajo de nadie, no
busca el apropiarse de los espacios de nadie, no quiere hacer quedar
mal a nadie ni competir con nadie; esta iniciativa busca sumar,
multiplicar, apoyar e impulsar los proyectos de esta unidad educativa
para que siga siendo lo que siempre fue, un centro de estudios de
prestigio, de talante y de proyección; que nadie se espante, que no
haya lugar al rumor ni al comentario de pasillo; nos venimos a unir y
a ponernos a las órdenes para juntos recuperar nuestras costumbres y
por cierto nuestras tradiciones.
La
tradiciones no mueren, no mutan, no cambian, las tradiciones son eso:
tradiciones! espacios que marcan la identidad de las instituciones y
nadie puede discutir que en La Salle la banda de guerra es una de
ellas, no la dejemos morir, no la mutemos, no la cambiemos,
sostengámosla, hagámosla cada vez más grande y mejor. Por ahí
alguien decía que las bandas de guerra hacen de sus integrantes
individuos guerreristas, conflictivos y alejados de una cultura de
paz; a aquellos esta banda de guerra de ex alumnos les respondemos
con absoluta claridad: la banda de guerra no nos hace guerreristas,
nos hace guerreros, guerreros contra la mediocridad, el conformismo y
el individualismo; aquí se aprende a hacer algo más, a trabajar en
equipo y a abonar aquella filosofía que si uno mejora el grupo
mejora. Tan convencidos estamos de aquello que 9 niños hijos de
nuestros integrantes acompañan a sus padres en esta aventura de
hacer algo más, de forjar el carácter y de dedicarle un tiempo
extra a actividades alejadas de vicios y malas costumbres, me refiero
a los 9 niños que nos acompañan tocando los platillos.
Estimado
señor rector, hemos visto con entusiasmo y sincera alegría como la
banda estudiantil ha vuelto, como ha recuperado sus colores
tradicionales y esta renaciendo, queremos creer que esa será un
señal clara que al fin quedaron atrás las épocas de los collares
hawaianos y los sombreros de vaqueros, para en su lugar volver al
gallardo uniforme que tanta historia recoge. Al estudiante lasallano
que nos representa estimadas autoridades, hay que cuidarlo, hay que
motivarlo, hay que mimarlo porque esta haciendo algo extra para
hacernos quedar bien a todos, confiamos que quede en el pasado esas
páginas oscuras en donde a nuestros estudiantes se les sometía a
sistemas que les alejaban de nuestra identidad, de nuestra historia y
de nuestras tradiciones por el simple hecho de ajustarse a una norma
o participar en un desfile.
Lasallanos:
Jamás permitan que una decisión externa los aleje de la historia
gloriosa que nos une, no dejen, bajo ningún concepto, que les
separen de nuestra identidad; mucho menos si esa decisión es
consecuencia del temor reverencial, la sumisión miope o la
blandenguería"
Quiero
en este punto agradecerles y felicitarles a todos mis compañeros de
la banda de guerra de ex alumnos del colegio La Salle por su
dedicación y entrega. Primeramente a nuestro líder y guía, me
refiero al Lucho Calero Moscoso, amigo y maestro quien a pesar de ya
estar alejado de esta institución por más de 20 años aceptó
gustoso acompañarnos en este camino, dando cátedra de lo que debe
ser un hombre disciplinado, de valores y de bien.
A
los líderes de la mesa de gestión: Paul Molina, Pablo Carpio, Diego
Zaldumbide, Jaime Yugcha, David Carpio, Mario Erazo y Leandro
Bermúdez; con quienes arrancamos este sueño,, y por supuesto a
quienes sobre el camino se juntaron Silvana Bermudez, Vanessa
Alvarez, Rita Ponce, Elizabeth Pacheco, Rodnny Vásquez, Mauricio
Rodriguez, Leonardo Carrión, Galo Molina, Diego Paredes y Freddy
Llerena quienes le dedicaron horas completas de trabajo para la
organización del proyecto.
A
los Hermanos Richard Manosalvas y Jeanpierre Zambrano por el apoyo
permanente, la guía, el consejo y la mano amiga que nos supieron dar
En
fin a todos aquellos que hicieron algo por este proyecto mi cariño y
respeto permanente.
Quiero
concluir con aquello que dije hace 16 años en esta misma tribuna y
que en esta mañana de junio con toda fuerza se encarna: El lasallano
de hoy, no puede, ni debe, bajo ninguna circunstancia, convertirse en
el peón de brega del capricho insolente de nadie. Una cosa es la
obediencia debida y otra muy distinta la aceptación tembleque ante
la norma ilegítima, ilegal o injusta por revolucionaria que
parezca". El Lasallano de hoy esta llamado a ser un individuo
activo, solidario, participativo e incluyente que se preocupe por si
mismo, por su entorno y por la patria. Hoy 11 de junio del año 2016,
los ex alumnos hemos vuelto para quedarnos, cuenten con nosotros
porque a partir de hoy La Salle, también somos nosotros”
He
dicho!
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