lunes, 29 de septiembre de 2014

Restauración conservadora? Mis pelotas economista!








Hace algunos días en una reunión de análisis político sobre la situación del país, uno de los asistentes (que prefiero reservarme su nombre para que no le persigan como me persiguen a mi) decía que el economista es “el presidente de los temas”; no solamente por lo “temático” que resulta ser a veces sino también y principalmente por la cantidad de temas que pone en la agenda para tenernos debate y debate mientras nos mete gol por otra parte (o por el ojo tuerto como diría Fabricito).

Que la justicia, que los militares, que los diputados, que la partidocracia, que el bono, que el 30S, que los bancos, que el dinero electrónico, que los calefones, que las cocinas de inducción, que el Galo Lara, que el matrimonio igualitario, que el alza de pasajes, que Angostura, que las utilidades de las telefónicas, que el Yasuní, que no ha sabido de los contratos del ñañito, que el juicio a los de la comisión que dijeron que si sabía, que el diario Hoy, que la revista Vanguardia, que los toros, que los gallos, que el golpe de Estado, que el intento de magnicidio, que la mala práctica médica, que el dragado del puerto, que Gadaffi es el Bolivar Africano, que las gorditas horrorosas, que las bestias salvajes, que la incautación de canales de los banqueros, que la consulta popular, que la campaña del maestro Augustito, que la vía Collas – Aeropuerto, que Cosursa, que el tío Galo de Fiscal General de la Nación, que la marcha de Guayaquil, que la marcha del Agua, que la Constitución de 300 años, que era más Acostista que Acosta, luego que ya no era; que los diputados de los manteles, que las uniones de hecho, que la mano sucia de Chevron, que los abogados vende patria, que Asange, que Honduras sería un lindo sitio para morir, que la prensa corrugta, que Bonil, que Emilio Palacio, que el Luchito Chiriboga, que Mia Farrow, que la garantía de los arriendos en manos de los municipios, que la Ley de Heroes y Heroínas, que la Secretaría del Buen Vivir, que la rodilla mal operada, que los fondos previsionales, que el monumento a León, que las momias cocteleras, que los angelitos de “Alfaro Vive”, que la comida chatarra, que la Megan, que el campeonato mundial del hornado, que los límites de las provincias, que los estudiantes de la Universidad de Guayaquil y la muda que habla en los videos de la SECOM, que el parque Samanes, que los cadáveres insepultos, que la Presidencia en el cuartel Eplicachima, que le Fernando Balda, que el Cléver Jimenez, que sáquenme a la Pachamama, que los operativos antidrogas con policía y ejército en los colegios de Guayaquil, que el macabro plan de Obama; así, he citado unos poquitos de los más variados temas de la mas de cinco centenas que nos ha hecho discutir desde que “tenimos” de presidente a Rafael, porque a Dios gracias ya “tenimos” presidente.

Ahora el temático (debe ser por la paliza del 23 de febrero y las marchas del 17 de septiembre) ya ha agarrado otro tema del que habla café, almuerzo y merienda; me refiero a la tan cacareada Restauración Conservadora, la que casualmente lleva las siglas “RC” (cualquier similitud es mera coincidencia). Ahora con ese cuento el gobierno del economista puede hacer todo lo que a bien tenga y el resto calladito porque sino ¡se restauran los conservadores! Y ahí si ¡sálvese quien pueda!

Estimado economista: no hay tal restauración conservadora, simplemente la gente se está despertando, ha aguantado bastantito ya; con el cuento de las lindas carreteras, las escuelitas del milenio y hasta el Condorito en el IESS, ustedes han hecho todo lo que han querido. Aquí no se restauran los conservadores, aquí se levanta un pueblo que esta aburrido ya de sus excesos, un pueblo que ya se cansó del manejo de esos otros bonitos temas como los Pativideos, Dayuma, del Quinto Pazmiño, del Pedrito Delgado, de los Contratos de su hermanito, de que no venda los canales incautados y los use para su beneficio, de que se coma los fondos previsionales de la gente, de que persiga a quienes usted mismo ordenó que le disparen como comandante en jefe y no le hicieron caso el 30S, que se quiera cargar las utilidades de la gente que trabaja, de la Radio Arutam, del linchamiento a los medios, del atropello a periodistas, de los perseguidos políticos, de los 10 de luluncoto, de la valija diplomática, que no asuma su responsabilidad y quiera aventar a otros el tema de los pasajes, que no se sepa nada de los aportes de las FARC a la campaña, que se reviente el Yasuní después de que se dio a ecologista y que por su incontinencia verbal se caiga el primer proyecto de mantener el crudo en el suelo, de los créditos chinos, de la persecución a quién le canta las verdades, de sus ideotas sobre la reelección indefinida, de su coptación de todas las funciones del Estado, del sobreprecio de la Collas – Aeropuerto, que no respete la idiosincracia de los pueblos e imponga su santa voluntad, de sus títeres en la asamblea, de los corchos, los corderos y de los borregos; que ofrezca renunciar cada vez que se emperra y no lo haga, que no deje trabajar a los municipios, que les quite rentas porque no son sus panas, que no respete a las mujeres, que se baje a pelear con la gente que no le saluda bonito cuando va por la calle, de Duzac, de su pana el Comecheques y don Raúl Carrión, de los chalecos de la Agencia Nacional de Tránsito, de la muerte del General Gabela, de los puntos que les subieron a jueces chimbos para convertirlos en sus títeres en la Corte Nacional de Justicia, de la Chupacorte Constitucional, de los procesos de selección de autoridades todos amarrados para beneficiar solo a sus “brothers”, de que se pisotee a las fuerzas armadas y a la policía nacional con la anuencia de un alto mando que hace mutis por el foro, que los que antes eran guerrilleros ahora nos gobiernen con todos los honores, de la inflada burocracia, de los sanduchitos en sus marchas, de que año a año cada septiembre se celebre el día que murieron ecuatorianos inocentes, de sus cambio de palabra, de sus malas amistades, de sus insultos, amenazas, atropellos, descalificaciones, humillaciones y abusos; todo eso como decimos en Quito nos tiene “hinchados las pelotas” a quienes creemos en un Ecuador bastante diferente al que usted nos ofrece.

¿Estamos todos locos economista? Los muchachos del Montufar, del Mejía, del Central Técnico, los médicos, los maestros, lo estudiantes en general, los políticos, los líderes sindicales, los trabajadores de las telefónicas, los periodistas, los líderes de opinión, los caricaturistas, las mujeres, los hombres, los activistas GLBT, los “Sirios y Troyanos” como torpemente nos llamaba don Virgilio Hernández, estamos inconformes de gana, aquí todo es una maravilla, avanzamos patria y cállese la boca.

Si decir lo que se piensa, si unirse a dialogar para presentar un proyecto alternativo, si el discrepar, si el no ir a sus marchas sino a las otras, si escribir un artículo como éste que me imagino le hinchará las pelotas nos hace acreedores a ser parte de una restauración conservadora, pues me declaró conservador restaurado! ¿y sabe por qué? Porque aun quiero conservar mi patria, conservar esa patria que nos abrace y no que nos divida, esa patria que nos iguale hacia arriba y no hacia abajo, conservar una patria libre de atropellos, abusos y corrupción; quiero conservar una patria no solo digna como usted ofrece sino dignificante, donde la libertad sea la constante y la cordialidad sea la actitud.

Disculpará nomás!

Permiso...

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